A pesar de que el Beetle de 1956 no estaba diseñado para el rendimiento moderno, su estructura ligera y su motor trasero de 1.2 litros podrían hacer que una prueba de pista sea una mezcla de diversión y desafío. Los coches modernos, con sus avances en aerodinámica, neumáticos y suspensión, le superarían fácilmente en términos de velocidad, pero la diversión y la conexión con el pasado serían lo que más destacaría.
los felicito, muy buen trabajo. El vocho llegó para quedarse, es un clásico atemporal
ResponderEliminarA pesar de que el Beetle de 1956 no estaba diseñado para el rendimiento moderno, su estructura ligera y su motor trasero de 1.2 litros podrían hacer que una prueba de pista sea una mezcla de diversión y desafío. Los coches modernos, con sus avances en aerodinámica, neumáticos y suspensión, le superarían fácilmente en términos de velocidad, pero la diversión y la conexión con el pasado serían lo que más destacaría.
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