El dueño, visiblemente emocionado, no puede creer que ese Beetle oxidado es ahora un clásico californiano resucitado, con estilo vintage y alma hot rod. Lo arranca, escucha ese ronroneo grueso del motor modificado, y sonríe como si tuviera 17 otra vez.
El dueño, visiblemente emocionado, no puede creer que ese Beetle oxidado es ahora un clásico californiano resucitado, con estilo vintage y alma hot rod. Lo arranca, escucha ese ronroneo grueso del motor modificado, y sonríe como si tuviera 17 otra vez.
ResponderEliminar